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La Diferencia

Documentos sonoros

Documentos sonoros

* Tomás le dedica una canción a Luis Pastor. Este cantautor extremeño nos deja en su página web lindezas como: Angel caído, Caminos, Paz de Santiago, Tiempo y silencio y Soy.

* En La Banda Virtual me hablan de EL Increíble Hombre Menguante que canta así.

* La mediterránea Aura Ilimitada nos sumerge en el recuerdo con Anda de Aute y Para vivir de Milanés.

* Recordad que el martes todos sacamos pecho con Janet. Por la libertad de expresión.

Recolección

Recolección

* Lo reconozco: yo también le he dado leches al pingüino.

* La política me da cada día más vergüenza ajena, por lo que no suelo manchar con ella este espacio. Aunque reconozco que algo informado se debe estar. Hoy por hoy, estoy de acuerdo con Timshel. También añado uno de los temas por los que más me avergüenzo de pertenecer a este mundo, comentado por Escolar.

* Berna se nos pone coqueta.

* Plasmar tu logo por las calles de Buenos Aires me parece un fantástico regalo. ¿Se puede saber dónde cojones está el mío?

* Las teorías de Mario nos sacuden como una bala.

* ¿Quieres construir tu propio retrato? Encontrado en Mismamente.net.

* La cambiante Stee me descubre el mundo de Laurie Lipton.

Laurie Lipton


* A Pepeltenso le ocurren cosas curiosas. Fantástico su relato: Oh tierra, trágame.

* El Materialismo Histérico de Full Moon Tonic. Encontrado en Is-land.

* En el estanque de jardín mil tres encontré las piezas de un pez vivo y su fotografía del mundo.

* Algernon nos va adelantando el futuro de la blogosfera.

* ¿Aceptas el FotoReto? Descubre cómo funciona.

* Instrucciones para jugar en Siritinga.

Una señal

Una señal

Lancé una pluma desde lo alto de los Pirineos y fue a caer a la puerta de mi casa. Verídico. Eso es una señal. Y las señales hay que seguirlas, por lo que un día de estos, cuando esté más fuerte y más ágil, lanzaré nuevamente la pluma, ahora desde mi ventana, y compraré (me hipotecaré hasta las cejas, quería decir) el suelo donde caiga para construirme mi futuro destino. Si me dejan, haré trampas y soplaré vigorosamente para que la pluma se acerque todo lo posible al mar. Pero lo haré cuando yo marque mi destino, y no ahora que el destino me lleva a mí.

La más guapa

La más guapa

¿Por qué nunca me ha gustado la más guapa de la clase?

Curioso fenómeno. Quizá fue por un sentimiento de inferioridad o de poca confianza en mis encantos varoniles. O porqu el saberse las más deseadas les creaba un aire de estúpida prepotencia. O quizá porque las más guapa de clase es el icono sexual intocable, como si fuera una modelo famosa portada de revistas. Los demasiado razonables no se enamoran de Angelina Jolie. Todo lo más, le ponen un altar en Onanilandia.

Es mejor que te guste la segunda más guapa de la clase, esa que es algo rara, y que tiene algún defectillo para borrar con la amnesia del ciego amor.

Escribo en un cuaderno azul

Escribo en un cuaderno azul

Mi padre dice que siempre escribo igual.
Mi madre dice que todo lo que escribo acaba en muerte.
Mi hermana dice que no entiende nunca lo que quiere decir lo que escribo.
Mi amigo dice que deje de escribir porque me estoy empezando a creer las locuras que escribo.
Mi profesora del instituto decía que malgastaba mi potencial escribiendo sandeces.
Mi lector critica que nunca escribo sobre la actualidad.
Mi novia dice que tengo caligrafía de parvulario.

Yo les digo: Escribo en un cuaderno azul.

Le pongo tinta y ganas, pero el resultado no es de mi incumbencia.
A ver si lo entendéis de una puñetera vez.

Gilipollas

Gilipollas

Tengo que salir de esta prisión cuyos barrotes están hechos de tiras de mi piel. Tengo que reencontrar mis fuerzas y volver a comerme el mundo con juglaresco apetito. Debo saltarme las lógicas, las normas y las demás cadenas. Quizá ni la ética debiera importarme. Ni el protocolo, ni el civismo... Sólo salir de aquí.

Mi boca tiene la alegría y los ojos se me pierden. Quiero que cambien su papel. Que mis ojos atrapen la belleza y la boca haga lo que le venga en gana.

Necesito creer que, aunque dure ya demasiado, esta crisis sigue apellidándose temporal. No puedo ser tan gilipollas.

Esta semana va de canciones

Esta semana va de canciones

1) ¿Cuál es tu canción favorita de los Beatles? ¿Y de los Rolling Stones?
De los Beatles me quedaría con muchas, aunque escogeré "Eleanor Rigby". Del Mick, el típico "Satisfaction".
2) ¿Qué canción te hace pensar en el amor de tu vida?
"Los años que nos quedan por vivir" de Los Lunes.
3) ¿Hay alguna canción que te ponga triste o melancólico?
"Losing my religion" de REM.
4) ¿Con que canción perdiste tu virginidad? ¿Con cuál te hubiera gustado (o te gustaría) perderla?
"The wind of change" de Scorpions. "Mi unicornio azul" de Silvio.
5) ¿Qué canción te alegra el día?
"La morralla" de Carlos Cano.

Betty me hace preguntas facilitas

Típico cuento

Típico cuento

En uno de esos momentos en que mi realidad reventaba por sus siete costados, me vi absorbido por un cuento infantil. Su atmófera olía como a tradición nórdica. Me encontraba recorriendo un sendero de guijarros de esos típicos de cuento, que tanto protagonista como lectores saben que llevan irremediablemente y tras salvar los obstáculos de rigor, a la meta única claramente previsualizada.

Al cabo de un rato de febril andadura, llegué a la típica bifurcación del camino, con su anciano de cabellos blancos y ropajes andrajosos, que te pide algo de comida para curar su hambre eterna y que satisfice compartiendo mi último mendrugo (ya se va adivinando que ahora viene la típica recompensa a cambio de mi buena obra, para conformar el típico tono moralista de los cuentos infantiles). El viejo me preguntó por el objetivo de mi viaje, a lo que contesté presto que quería aprender a escribir como los grandes maestros.

Tras un rato de plácida meditación, el viejo me dijo: "Para que lo que escribas lleve la sangre de los tocados por el don celestial, tienes que empuñar la pluma como si fuera la última vez que lo hicieras. Como si fuera tu último discurso, tu testamento de recuerdos valiosos, tu carta de suicidio, el epitafio que se tallará en tu lápida... Debes escribir como debes vivir: como si el mundo acabara mañana".

Bien.

El momento y la frasecita no estuvo mal, pero ya estaba harto de tópicos y de típicos. Como le vi carisma al viejo, nos montamos una editorial de nuevos talentos. Él se encargaba de seleccionar el producto y de las relaciones públicas, y yo de las finanzas. Construimos la sede de la empresa en el mismo cruce, ya que estaba bien comunicado, y nos hicimos muy ricos (yo al 65%, claro está). Vamos, que para qué vamos a salirnos del cuento: en la realidad soy pobre, muy pobre.

La sombra

La sombra

¿La sombra es realmente la ausencia de la luz?
¿O es que no quiere ser vista?
La sombra es un fugitivo que huye a 300.000 km/seg.

La estupidez

La estupidez

En un artículo "Apología de la Estupidez" de Javier Cercas, publicado en el EPS (El País Semanal) de la semana pasada, encontramos estas líneas:

"El motor que mueve el mundo no es el amor (Dante), ni el sexo (Freud), ni el dinero (Marx), sino la estupidez, hasta el punto de que la inteligencia y la cultura no son más que los vanos intentos que a lo largo del tiempo ha realizado la civilización para combatirla" Matthijs van Boxsel, Enciclopedia de la estupidez.

Reflexiona el articulista: "Tal vez en eso consiste la inteligencia: lo mismo que sólo se puede llegar a la verdad a través del error, sólo se puede llegar a la inteligencia a través de la estupidez".

Sólo sé que no sé nada. Manda carajo que nos peguemos toda una vida cultivando las más diversas ciencias y artes, al mejor modo humanista, para el final sólo poder construir con nitidez la teoría de nuestra propia estupidez.

Echad todos los libros a la hoguera y los archivos a la papelera, sobre todo los de caballerías.

Creo que este tema puede venir bien para un futuro tema de debate. ¿Boulesianos?.

La nostalgia huertana

La nostalgia huertana

Hace unos días me llamó por teléfono mi abuelo. Vive, al igual que casi toda mi familia, en la otra punta de la península. Lo vi por última vez hace más de año y medio, y fue toda una sopresa su llamada porque nunca me ha llamado a mí directamente. Me explicó que mi padre le había dado mi número de móvil.

Fue una conversación corta, y ruidosa, puesto que gritaba en proporción a la distancia que nos separa (es una imperecedera costumbre familiar). Me interrogó sobre mi vida amorosa (está preocupado porque siga la estirpe de galán mujeriego de la familia) y me dio algunos consejos para atraer al sexo opuesto (algo bruscos para la época actual, pero al fin y al cabo es mi abuelo, y no le voy a llevar la contraria). Y poco más. Un "qué tal por allí", otro "por aquí mucho frío" y el consabido "da recuerdos por ahí". Esas frases que rellenan las conversaciones a trozos.

Al colgar, me sentí bastante conmocionado. Me vino el olor a grasa de su antiquísimo taller, y esos paseos en moto por las huertas de naranjos. Y los pasteles de carne. No puedo definir con claridad el sentimiento. No es alegría, ni tristeza, ni melancolía de otras tierras, ni de otros tiempos... Es el aturdimiento emocional que padezco cuando nos confesamos afecto en nuestra deshilachada familia. Una confesión totalmente camuflada entre frases vanales.

A veces, recuerdo que estoy vivo.

¿Quién os pone en la blogosfera?

¿Se puede ser subliminalmente sensual sólo con la palabra?
Mi respuesta creo que es un muy buen ejemplo.

Stee


Confesadlo, ¿quién es vuestro amor secreto en la blogosfera? Bueno, que pueda dejar de ser secreto. Si no, no lo contéis. En fin, ya me entendéis.

Siete vidas

Siete vidas

Ya me conoces
Que no soy perro viejo
Sino gato encelado
Que corre los tejados
A la luz de la noche
Y el firmamento.

Las siete vidas
Que me han entregado
Con imparable ritmo
Todas he destruido
Y mi alma necesita
Hacer repaso

De las cuentas no saldadas de mis letras
De miradas de sirenas junto al mar

La primera la perdí por la locura de adolescencia
La segunda se llevaron las caderas hechas de rumba
La tercera se fue por la niebla oscura de la alacena
Mala fortuna, la cuarta fue una ruleta que no dio suma

"¿Ves qué colores?"
Junto al cielo decías
En aquel quieto tiempo
Un clavo en mi recuerdo
"¿Pero es que no me oyes?"
"Sí, vida mía"

Habrá azules y morados en las cumbres
En tus labios sólo supe del calor

Y del color
Sólo sé de tus ojos
Que me saben a miel
Pero va a amanecer
Y esta vida recojo
Es para vos

Y las rentas que he perdido dando vueltas
Y el vino tinto de la mesa junto al río.

En la quinta me sedujo una botella que me quería
Y la sexta cuando vi que me mentías en tus promesas
Y la séptima fue buscando más sendas, quizá más islas
Sala de espera, en el limbo tras las vidas, la luz se ciega

Líos varios

Líos varios

* Así es Juglar-Park. Créate a ti mismo en South Park, pulsando aquí. Me lo chivó el odioso Alexqk.

* Melomanía:
- Escuchad como bala la Cabra Mecánica.
- No sé que tiene esta adicta, que nos daña. Gracias a Maripili.
- Pablo no sabe qué hacer a las 12:51.
- Un vídeo de las cositas buenas de Paco de Lucía.
- Me inunda el jazz por todo mi cuerpo. El único Miles Davis

Creo que ha habido un malentendido. Dije que quería un mango



* "Cuando reflexionemos sobre nuestro siglo XX, no nos parecerán lo más grave las fechorías de los malvados, sino el escandaloso silencio de las buenas personas." Martin Luther King. Frase encontrada en Minid.net.

* ¿Quieres pasar un día con Amenábar?.

* "Supongo que es cuestion de consumismo, o consecuencia de las rebajas de enero.El caso es que me he parado en un escaparate y me he visto reflejado en el cristal, y no he podido resistir el impulso de entrar y preguntarle al dependiente cuanto costaba.Él se ha quedado unos segundos contrariado, quizás porque no tenia constancia de que yo no estuviese en stock, pero como buen vendedor ha reaccionado rápidamente y me ha presupuestado con aires de confianza.Y es que un buen vendedor de centro comercial te lo vende todo, incluyendo una cómoda financiación sin intereses que por supuesto he aceptado, porque no está mi economía para caprichos.Así que me he marchado a casa contentísimo, con el placer que le da a uno sentirse dueño de sí mismo.Y lo mejor es que si de aqui a una temporada no me quedo contento, me devuelven el dinero. Qué más puedo pedir...". Maese Pablo.

* Comparto con Simultáneo la pasión por la fotografía de una chica delgada.

Diversify

Historia de una escalera

Carmina y Fernando



Se abre el telón. Una escalera vieja, de vecindario humilde, opresiva, angustiosa y con una resiganción fatalista. El juglar se convierte en Fernando prometiendo un futuro mejor a Carmina. Las cuatro puertas esperan abrirse para asomar otro personaje atrapado en su pobre destino. Con el paso de los años, la esperanza es esclavizada a subir y bajar esa escalera que cada vez es más decrépita y oscura.

Al principio, nos resistimos a creernos la tristeza, y conforme avanzan los actos, también somos vecinos atados a la escalera, con la intensa alegría y la aceptada impotencia.

Elvirita y don Manuel



Baja el telón. Todos aplaudimos, dejados llevar por el torbellino de sentimientos encontrados.

Sube de nuevo el telón, para que salga el reparto a recibir la ovación, y observo a nuestro lado otra pareja, pertenecientes a un acto posterior, que se quedan con las manos unidas en un aplauso perpetuo, con la mirada soñando en otro acto anterior. Ellos son los últimos Carmina y Fernando. Nosotros aplaudimos convulsos, a trozos, porque descubrimos que el amor era verdadero, porque aunque el destino de la escalera nos alejó, la declaración incondicional en la escalera fue sincera. Por eso, años después de esa arrodillada, Carmina, en vez de llamar embaucador a Fernando, lo llamó simplemente cobarde.

Vedla, si tenéis ocasión

Aivadiós, que pillé el meteorito.

Aivadiós, que pillé el meteorito.

Increíble. Mirando la última remesa de fotos, me encuentro con un objeto volante no identificado surcando el cielo del atardecer que pretendía retratar. Cuál es mi sorpresa al comprobar, que la fotografía coincide en fecha, hora y dirección hacia la que enfoqué, con la caída del dichoso meteorito. Verídico, no es broma, ni montaje. Yo flipo. Qué cosas me pasan.

Mi historia escrita

Mi historia escrita

De aquel cuaderno verde-manzana empezaron a salir la reina “a”, el príncipe “e”, la princesa “i” y así toda la corte y el vasallaje. Comenzaron a emparejarse y acabaron formando una desvariada orgía, digna de la mejor mitología griega. Se llevaron la fiesta a un Barco de Vapor, que primero fue blanco, después azul, luego naranja y rojo al final de su viaje. A bordo, vivieron sus primeras aventuras fantásticas, como las del Diablo Capataz, que les enseñó unas palabras mágicas para arribar a una vida feliz (“Sin parar” y “Como antes”), o las del Rey de Katoren, y sus siete pruebas en siete ciudades.

Tras una época oscura, en que se negaron a dejarse ver junto a la belleza porque se sentían aprisionadas por las normas, salieron otra vez al escenario, que en ese momento se convirtió casi en un altar. Figuraban como Alfa, Beta, Gamma, pero no porque volvieran a sus inclinaciones griegas, sino para habitar en un perfectamente controlado Mundo Feliz. Pero era un futuro que no querían, por lo que transformaron sus vidas en cuentos extraordinarios. Estaban encerradas en un edificio vacío, de noche, con el estruendo de la tormenta, el viento y el mar furioso golpeando el muro. Allí imaginaban a un hombre atado en el fondo de un pozo con un péndulo cortante balanceándose sobre él, y unas ratas royéndole la piel. Y siguieron alucinando cuando al llegar a Macondo vieron un delgado hilo de sangre recorriendo sus calles, que nacía del oído del recién fallecido Nosecuantos Buendía.

Cuando conocieron a Alfanhuí, aprendieron a mezclar los colores que recogían en el horizonte del cielo del atardecer y se iniciaron en la alquimia para descubrir cómo las señales del desierto habrían de llevarles a conocer su historia personal.

También conocieron a un empleado del Registro Civil con quien se aventuraron dentro de la oscuridad de los archivos donde reposaban todos los nombres, los de los vivos y los de los muertos, y allí encontraron un libro de arena.

Finalmente fueron procesados por alguno de sus delirantes delitos, pero no llegaron a saber por cuál. Entonces decidieron calmar su ritmo de vida ayudados por unos versos con los que siempre podrían contar, no una ni dos veces, sino contar con ellos.

Acabaron con sus vidas una horda de gentes desbocadas, que buscaban apoderarse de su irresistible perfume.

La justicia

La justicia

La justicia es un ideal indeterminado, trastocado por todas las tendencias políticas, los contextos históricos, las circunstancias sociales y las querencias individuales. Y siento ser pesimista, pero creo que es un concepto en el que es imposible avanzar, porque viene arrastrado por sus trastocadores. Así como en el avance tecnológico, aunque haya diferentes focos, se nota que se avanza en alguna dirección, en la justicia no se distingue ese empuje, porque siempre existirá confrontación debido a la subjetividad de su definición.

Mi justicia será la que me justifique. La que me haga digno de mi posición social y económica, y que satisfaga mi batalla personal.

Siempre pensé que una aproximación al ideal de justicia sería ese punto utópico donde confluyen los derechos, intereses y necesidades de todos los seres humanos, salvando todos los prejuicios del etnocentrismo. Pero como en todos los dilemas sociales, el punto de vista que se aplique remueve el concepto desde sus cimientos.

Con el paso de unos pocos años, he visto cambiar mi sentido de la justicia, como cambió con el transcurso de las eras ideológicas lo largo de la historia. Y sé que mi progresiva indefinición de los términos fundamentales obedece al reconocimiento de mi pasividad ante la vida. Por eso, sé que la definición de justicia, como el de muchas otras cosas, siempre va detrás de la definición que uno se crea de su propia existencia.


Tercer debate: ¿Merece la pena ser justo?<br>



Resultado del anterior debate: Resumen y Citas.

Los símbolos

Los símbolos

¿Sabéis que los símbolos a veces dejan de serlo y se convierten en entes reales, en seres vivos? Lo sé por una canción. Me hierve el corazón cada vez que la oigo. Si me retrotraigo en el tiempo, puede que me vea en el amanecer de una playa, desbordado por los efluvios del primer amor, y de fondo esa canción sonando. O que en algún final de fiesta de marcha rabiosa y adolescente, pusieran esa canción antes de echarnos del ultimo bar. O que toda mi familia callara progresivamente cuando la empezara a cantar con mi solitaria guitarra. Bien pudiera ser cualquiera de estas razones, u otras, o ninguna. Pero no recuerdo cuál. Lo que está claro es que en alguna ocasión esa canción pasó de simbolizar un buen recuerdo a serlo en sí misma.

Tus promesas

Tus promesas

Admiro tu sana alegría. Cuando te abrazo, olvido hasta mi propia existencia. Es tan mágico sentir el calor de tu cuerpo, que sólo puedes ser una mentira. Aunque en momentos candorosos te lo diga, no eres la literatura de la realidad. Sinceramente, eres un programa electoral. Y hoy puedo decirlo abiertamente: no te voto.

Anarquía en el país de las maravillas.