Blogia
La Diferencia

Típico cuento

Típico cuento
En uno de esos momentos en que mi realidad reventaba por sus siete costados, me vi absorbido por un cuento infantil. Su atmófera olía como a tradición nórdica. Me encontraba recorriendo un sendero de guijarros de esos típicos de cuento, que tanto protagonista como lectores saben que llevan irremediablemente y tras salvar los obstáculos de rigor, a la meta única claramente previsualizada.

Al cabo de un rato de febril andadura, llegué a la típica bifurcación del camino, con su anciano de cabellos blancos y ropajes andrajosos, que te pide algo de comida para curar su hambre eterna y que satisfice compartiendo mi último mendrugo (ya se va adivinando que ahora viene la típica recompensa a cambio de mi buena obra, para conformar el típico tono moralista de los cuentos infantiles). El viejo me preguntó por el objetivo de mi viaje, a lo que contesté presto que quería aprender a escribir como los grandes maestros.

Tras un rato de plácida meditación, el viejo me dijo: "Para que lo que escribas lleve la sangre de los tocados por el don celestial, tienes que empuñar la pluma como si fuera la última vez que lo hicieras. Como si fuera tu último discurso, tu testamento de recuerdos valiosos, tu carta de suicidio, el epitafio que se tallará en tu lápida... Debes escribir como debes vivir: como si el mundo acabara mañana".

Bien.

El momento y la frasecita no estuvo mal, pero ya estaba harto de tópicos y de típicos. Como le vi carisma al viejo, nos montamos una editorial de nuevos talentos. Él se encargaba de seleccionar el producto y de las relaciones públicas, y yo de las finanzas. Construimos la sede de la empresa en el mismo cruce, ya que estaba bien comunicado, y nos hicimos muy ricos (yo al 65%, claro está). Vamos, que para qué vamos a salirnos del cuento: en la realidad soy pobre, muy pobre.

10 comentarios

taro -

Malaa acabara su vida con un OLEEE¡¡¡

juglar -

Uf, el profe me anda calificando, jeje. Lo reconozco, soy demasiado lineal ( o alineista, vete a saber).

Malaa, vas a acabar tu vida con "ups"? Bueno, original.

Malaa -

éstas podrían ser mis últimas letras, qué importancia, y yo aquí, sin cuidarlas, ups!

Fabián -

Me ha quedado una frase sin acabar: El epílogo, además de inverosímil, me parece «alineista»: se hicieron ricos: ¡vaya idea más vulgar! Esto nos pasa a todos. Lo difícil es no hacerse ricos.

Fabián -

El cuento me parece muy bonito. Tiene el empaque del cuento clásico. El epílogo, además de inverosímil (¿pueden hacerse ricos vendiendo libros de autores noveles - no confundir con «nobeles»-?
Sobre la idea principal: escribir como si fuera lo último que se pueda hacer, no me gusta. Nunca hay que perder la esperanza de que mañana lo haré mejor.

juglar103 -

El lobo siempre gana, las fauces están hechas para masticar los frijoles maravillosos.

Mujer, reflexion, reflexion...zzzzzz

Zarem -

Ala mañooo! que torpe! le di a la tecla antes de escribir nada... aggg, aunque este cuento merecía un silencio de reflexión ;-)

Zarem -

Aura -

No desesperes, ¿conoces el cuento de los frijoles maravillosos? :)

taro -

Mierda. Para una vez que ganaba el lobo.