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La Diferencia

Muchacha en la ventana

Muchacha en la ventana
Hay atracciones difíciles de explicar.

Un buen día, en uno de mis paseos solitarios por ciudades solitarias, sentí una de esas atracciones irresistibles e inexplicables. Fue al contemplar "Muchacha en la ventana" de Dalí. No sabía de su existencia, pero me ensimismó durante mi paseo por el Reina Sofía.

Puedo inventarme las causas. Que me dio una sensación de tranquilidad reconfortante al ver ese mar despertándose en las primeras horas. Que me atrajeron las curvas generosas de la muchacha misteriosa. Que el hecho de que esa chica estuviera de espaldas señalaba que me ocultaba el secreto del cuadro y eso me intrigaba sobremanera. Que el secreto quizá era lo que ella estaba observando por esa ventana y que quedaba fuera del encuadre que tenía yo de esa bahía. O a lo mejor era lo que imprimía reflejos dorados en su pelo.

Todas las causas que quiera inventarme llegarían a ser razonables. Pero nunca me convencerán. Lo que realmente ocurrió cuando vi ese cuadro, es que yo estaba físicamente en esa habitación. Yo formaba parte de la vida de esa muchacha en la ventana. Y después de disfrutar unos minutos de la brisa de sal y jabón, la cogería por sorpresa - ella aún no había notado que ya me había despertado - y le metería mano.

4 comentarios

juglar103 -

joder, si era ana maría, su hermana. la hermana de dalí, qué sacrilegio

juglar103 -

No solo me ha pasado a mi esa sensación con ese cuadro, verdad? Lo cierto es que Dalí tiene algo que me atrae.

Migae -

Algunas veces, cuando estoy algo triste, me acerco y miro por encima de su hombro... lo que se ve desde la ventana siempre siempre me hace sonreir...
Un beso.

L* -

Es que ese cuadro es increíble.
Yo tampoco he podido despegármelo de la recuerdoteca (con el tiempo que hace que lo vi 'en vivo').
Ha de ser la luz de los sueños lo que se le coló dentro, no sé (tampoco importa).
En fin, que aprovecho y te dejo un beso, ;)